¿Alguna vez has firmado un contrato o documento legal complejo sin entenderlo del todo? Un Pacto de Socios, por ejemplo. No estás solo. La complejidad del lenguaje jurídico y la extensión de los textos pueden convertir la comprensión en un verdadero reto.
Creo que hay una forma de hacerlo más fácil. Hoy día, gracias a la IA aplicada a los principios de Legal Design Thinking es posible aportar valor en los documentos incluyendo ayudas visuales, infografías, resúmenes explicativos…
A veces puede ser que los abogados tengamos cierto complejo a la hora de redactar: pretendemos justificar nuestro conocimiento con complejas cláusulas y redacciones. Sin embargo, en este caso menos es más.
Mi propuesta es clara: complementar documentos legales complejos y contratos extensos con ayudas visuales. No se trata de reemplazar el texto legal, sino de añadir anexos o documentos accesorios sin carácter vinculante ni contractual que permitan a los firmantes entender los términos clave de un vistazo.
Imagina un resumen gráfico de los puntos más importantes de un contrato de servicios, o un diagrama de flujo que explique el proceso de una póliza de seguro. Esto no solo mejora la comprensión, sino que también genera mayor confianza y transparencia entre las partes.
Ya existen ejemplos exitosos de esta práctica. Piensa en las fichas informativas de productos de seguro (IPID) que simplifican las condiciones de las pólizas, o en las infografías que desglosan los derechos bajo el RGPD. Si funciona para ellos, ¿por qué no aplicarlo a otros documentos legales?
Estoy convencido de que la visualización legal (Legal Design) es el futuro para una comunicación jurídica más efectiva y accesible.
¿Qué opinas? ¿Crees que las ayudas visuales pueden transformar la forma en que interactuamos con los documentos legales? ¡Me encantaría escuchar tu perspectiva!
Por el momento, el que escribe, va a empezar a implementarlo en los Pactos de Socios… os contaré qué tal.